"Platero no era un burro como los demás. Era pequeño, gris, suave, y sus ojos brillaban como dos cristales negros. Con su amigo Juan Ramón, iba a pasear al campo, se tumbaba en la hierba, ayudaba a quien lo necesitaba, y jugaba con los niños del pueblo.¿Puede un burrito ser el amigo inseparable de un poeta? Escucha este cuento y